Uno de los avances más impresionantes de hoy día es que podemos secuenciar nuestro DNA con facilidad y saber la información más íntima de nosotros mismos. Compañías como 23andMe y otras nos pueden dar una gama de información personalizada sobre nuestros genes a cambio de un poco de dinero y una muestra de nuestra saliva a través de un kit. Aunque querer saber más sobre nuestros cuerpos es natural, muchos/as hacen esto sin saber que la colección de genes de cada usuario puede ser vendida y compartida a terceros sin consentimiento. En este artículo explico algunas de las implicaciones de esta nueva tendencia de secuenciar DNA directamente a consumidores a través de estos kits.